jueves, 5 de agosto de 2010

Pensamiento sobre el transcurso del tiempo (vale para hombres y mujeres)

“Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos.” (Marco Tulio Cicerón, 106 AC-43 AC. Orador y político romano.)

domingo, 1 de agosto de 2010

El discreto encanto de los señores que aman el deporte (o lo que facilita el desenamoramiento cuando sólo aman mirarlo)

Será porque desde chica estoy acostumbrada a la actividad deportiva, no hay cosa que me atraiga más que los hombres que practican algún deporte, y no hablo de cuerpos bien moldeados, los tuve y no necesariamente es lo que hoy más me gusta de los hombres.
Mi papá en su juventud había jugado al básquet para River, yo comencé a practicar deporte desde muy chica y me dediqué al atletismo durante muchos años, durante los cuales -en una época en la que ni siquiera se podía imaginar algo así-, armé mi propio equipo de fútbol femenino.
Con el tiempo, tantas horas por día en el club, hicieron que me vinculara primordialmente con señores que practicaban deportes, los menos atletas.
Los más audaces eran en esa época los jugadores de fútbol, y había que ser audaz conmigo entonces, así que tuve un período en que me brindé en exclusividad a los señores que se dedicaban a esa noble profesión de patear o cabecear la pelotita. En consecuencia salí con unos cuantos futbolistas (que obviamente no eran lo que hoy son), en su mayoría eran señores bastante primitivos, incultos, pero eran lo que yo admiraba: personas que amaban el deporte y que eran habilidosos en él.
Cuando dejé la práctica no quise ver un gimnasio nunca más, excepto algún intento de mi amigo Fer de acercarme al gimnasio y al golf que duró lo que un suspiro, pero sigo intentando que me vengan las ganas, a la práctica que me inviten acepto gustosa aunque me canse rápidamente.
De todos modos seguí vinculada al deporte, trabajando para asociaciones deportivas a las que aún hoy asesoro, y saliendo con señores que jugaban al futbol y, con el paso del tiempo y la suma de años, hasta con algún súper atractivo y famoso referee internacional extranjero todavía en actividad y quasi “number one” que no voy a nombrar.
Ahora ya estoy en edad para directores técnicos (de hecho un par de ex hoy dirigen), pero no es lo que se presenta en esta etapa de mi vida.
Los hombres con los que hoy me vinculo lo más cerca del deporte que están es de sentarse frente al televisor a ver la Eurocopa (lo que no me disgusta, amo el fútbol bien jugado), pero es frustrante.
¿No me puede tocar alguna vez, aunque sea para despuntar el vicio, un señor que venga con las gotas de sudor sobre la cara a abrazarme?
Es más, hoy me conformo con alguno que baje del baúl del auto la bolsa con los palos de golf, pero no, lo que me toca en mi cruel destino es el que tiene la nariz pegada frente al LCD viendo el último partido de tenis, fútbol, o lo que se les ocurra … Triste el destino de una amante del deporte y los señores deportistas.

Hoy

Me encantó esto:
Anuncio en el metro de Nueva York: "Stand clear of the closing doors, please" (Por favor, manténgase alejado de las puertas que se cierran).